Sí, esos cristales que tenemos que llevar los miopes con más de 20 dioptrias en cada ojo, porque si no, no vemos a medio palmo de nuestras narices. Y yo me pregunto: ¿donde está la gracia? ¿Se ha parado a pensar ese personaje que yo tengo que llevar esas gafas por necesidad y no para hacer gracia a la gente?
Si por un momento ese personaje se pusiera en la piel y en los ojos del miope, quizás se lo pensaria dos veces antes de utilizar esas gafas para pretender resultar gracioso.
O mejor aún, le propongo que cuando vuelva a hacer esa representación no lo haga con unas gafas fictícias, no, de eso nada! , le voy a dejar mis gafas de verdad y entonces como con ellas puestas no va a ver un pimiento, a lo mejor así entiende que de gracioso no tiene nada.
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